Tomates de piel dorada, cultivados durante siglos en los fértiles valles de la campiña Nocerino-Sarnese, explotando un suelo especialmente fértil y la técnica de crecimiento vertical que garantiza la exposición solar de cada fruto individual y evita el contacto con el suelo. Seleccionados y recolectados a mano solo en el período de plena madurez, se blanquean, pelan y enlatan inmediatamente. Las características del tomate San Marzano, como el sabor típicamente agridulce, la forma alargada de la baya, el color rojo vivo, la escasez de semillas y un sabor inconfundible, han contribuido a su éxito en el mundo, coronado, en 1996, por el reconocimiento de la Unión Europea como DOP